Diseña un entorno que te potencie
En el artículo anterior mencionaba que, en general, la motivación está sobrevalorada de cara a afrontar cambios positivos en nuestras vidas pero que el entorno en el que vivimos tiene un mayor impacto si lo pensamos desde un punto de vista largoplacista. Pues bien, tengo buenas noticias… ¡Puedes alterar el entorno a tu antojo!
Al fin y al cabo, el entorno es todo aquello que nos rodea. Desde la ciudad en la que vivimos, los amigos con los que quedamos o las actividades que realizamos. Es fácil entender que, si queremos estar más saludables, es más “sencillo” si vas al gimnasio una vez por día que si vas al bar en su lugar. A continuación te cuento cuatro ideas que me han ayudado a alinear mi entorno a los cambios que persigo:
- Creando disparadores obvios que inicien hábitos positivos. Comentaba en los primeros artículos que el disparador es aquel concepto que inicia la ejecución de un hábito. Si nos rodeamos de disparadores positivos, estaremos continuamente iniciando comportamientos deseables. No tiene por que ser complicado, a menudo pequeños cambios bastan para que consigamos cambios radicales. Personalmente, me considero una persona muy proactiva pero también un poco “dispersa” en pensamientos (es lo que tiene la creatividad quiero pensar). Reconozco que tirar la basura es una acción que siempre me ha costado horrores, no porque la odie con todo mi alma, sino porque siempre hay algo más interesante que hacer y nunca me acuerdo de hacerlo. El simple hecho de sacar la bolsa y ponerla por fuera de la puerta de casa cuando está llena hace que, cada vez que voy a dar el paseo mañanero, la vea y no me importe cogerla y tirarla de camino.
- Ocultando disparadores que inician hábitos que queremos evitar. Es la contrapartida de la idea anterior. Si ver disparadores obvios nos hace iniciar comportamientos positivos, ver disparadores puede también iniciar comportamientos negativos. Para una persona tan curiosa como yo, YouTube se ha convertido en un servicio al que reconozco que tengo una relación de amor/odio tremendo. Aprendo millones de cosas diariamente pero también entro en ciclos de “tiempo ilimitado” que ha menudo derivan en videos que nada tienen que ver con la idea que estaba buscando inicialmente. El simple hecho de quitar la reproducción automática de otros videos relacionados hace que tenga mucha más resistencia a entrar en estos ciclos. Evito la tentación, evito la conducta.
- Creando conexiones “saludables” con los objetos que nos rodean. Cuando vemos objetos alrededor nuestro, prefiero pensar que vemos relaciones que construimos con aquellos objetos. Un mismo concepto puede generar emociones muy diferentes en personas distintas dependiendo de sus experiencias personales. Sin embargo, aquí también tenemos capacidad de acción. Si el sofá en el que normalmente vemos Netflix y comemos hamburguesas lo destinamos a ser el sitio en el que leemos todas las noches con música relajante de fondo, convertiremos el disparador de ver series y comer poco saludable a un lugar de disfrute y aprendizaje.
- Separando diferentes espacios para diferentes usos. Hay veces que no tenemos tanta facilidad para incluir disparadores positivos, ocultar los negativos o modificar la relación con los objetos que nos rodean. En ese caso, personalmente me ha ayudado mucho poder diferenciar espacios para diferentes usos. Para una persona que lleva bastantes años trabajando de manera remota, separar entre tiempo personal y tiempo de trabajo se ha convertido en una necesidad vital. La idea de que en cierto momento abandonas un “lugar” y el concepto que se ejecuta en ese lugar queda completado me transmite mucha paz mental. El hecho de ir a diario a un centro de coworking o destinar una habitación de la casa para este uso hace que cuando no estoy allí, mi mente no piense en trabajo y pueda estar centrado en otras cosas importantes.
Espero que estas ideas puedan serte tan útiles como a mi y nos vemos en el siguiente artículo.